viernes, 10 de septiembre de 2010

Las batallas del tiempo

La lectura como resistencia


Las batallas del tiempo

Por José Luis Arévalo


El mundo es una pugna constante entre la transgresión y el orden. La eterna lucha de los contrarios. El bien y el mal en una batalla perpetua dentro de un mundo bello y trágico, deslumbrante y ominoso. Las calles –ese escenario desprevenido donde se representa la comedia de la vida- reproducen esa gesta permanente. Sin embargo, la perversión del tiempo ha querido que esa contienda se vaya degradando paulatinamente, la ha convertido en una pobre réplica de aquellas epopeyas ancestrales donde el honor y la valentía tenían algún sentido...

…Hasta la traición implicaba un alto respeto por el adversario. ¿Acaso Shakespeare no sublimó ese juego de traidores en Hamlet o en Ricardo III (aquí con cierta belleza en la maldad en ese punto intangible donde la traición se nutre de la inteligencia)? ¿No fue el ardid de Aquiles –cediendo su armadura a Patroclo para que destruyera a los Troyanos y por cuya causa murió a manos de Héctor- el que desató su ira iniciando así una nueva serie de odios y pasiones? Sin embargo, a pesar de todo aun late en el interior de los teatros urbanos ese conflicto primordial.

La noche es un buen refugio para esas batallas. Mi oficio, que consiste en observar la realidad y contarla, me redime de los desalientos cotidianos y me empuja a la búsqueda nocturna de esas peleas. No hace mucho, una noche de esas en las que el tiempo rodeado de un halo de inquietante belleza parece no transcurrir, se me presentó un hombre de edad incierta, rostro marcado y gesto adusto. Se lo notaba cansado, como quien regresa de un largo viaje, sin embargo lejos de atemorizarme, por algún motivo sentí una calma y una paz extrañas. Cuando comenzó a hablar, su voz resonó en el espacio como un eco lejano. Para quien busca denodadamente un paréntesis a la cordura cotidiana, este hombre era como un salvador, un mesías que venía a rescatarme del tedio y la monotonía. Había estado tratando de terminar un artículo sobre las diferentes versiones del Fausto, incluyendo la curiosa variante que Fredy Mércuri imprimió a su Rapsodia Bohemia, pero acababa de fracasar en el centésimo intento cuando este hombre irrumpió en la quietud de lo que parecía una noche más.

Cada persona, cada rostro, cada nombre tiene su historia; sin embargo, la de este sujeto extraño era sencillamente inverosímil. HGO, según dijo llamarse, no mencionó origen ni destino; sólo que buscaba a su mujer y a su hijo. Digamos que no me asombró su inveterada estampa de viajero ni me alarmó su seriedad descomunal, lo que verdaderamente me estremeció fue su condición de fugitivo del tiempo y testigo de los hechos más increíbles que jamás me hayan contado. Para un contador de historias la verosimilitud es el arma principal de su arsenal narrativo, ninguna palabra penetrará más profundo que aquella que lleva la lanza de lo verosímil, y ésta no la tenía. Sin embargo, no podía dejar de escucharlo; como Ulises encadenado al mástil de la barcaza, no podía resistir el encanto de su voz. Así fui testigo de aquella reunión de amigos en la noche más fría que se pueda recordar: Favalli, profesor de física; Lucas Herbet, empleado de banco y loco por la electrónica; Polsky, jubilado y luthier, y HGO uno de tantos para los que la vida cambiaría para siempre. Escuché como ellos la noticia que la radio pregonaba sobre el desastre que había provocado un accidente con un nuevo tipo de bomba atómica en EEUU; asistí a la nevada más insólita que cayó sobre Buenos Aires y observé atónito y descreído cómo Polsky era fulminado por esos copos que caían de un cielo improbable y una noche definitiva. Nada de lo que ocurrió después podrá jamás ser entendido en su justa dimensión. Ni la eternidad de la noche que se resistía a morir en el amanecer, ni la perversidad de los seres que asolaron las calles aquel día. Presencié la matanza feroz de esos animales y vi cómo el desaliento y la resignación se hacían carne en la gente. Si no los mataba esa nieve perniciosa que caía indolente, desaparecían bajo el imperio de una violencia jamás vista. La mayoría eran autómatas incapaces de rebelarse ante estos seres que venían a dominarnos y que por alguna razón habían elegido Buenos Aires como centro de operaciones. Pero también fui testigo de la resistencia más obstinada que yo haya visto. HGO, Favalli y Herber, llevaron adelante esta gesta con lucidez y valentía. Decir que no los salvó la porfía sino el azar, sería restarle mérito a su coraje y entrega. A medida que avanzaba el relato, más inverosímil parecía y más convincente, sin duda una rara paradoja. Lo que no pude advertir entonces, fue la metáfora. Este viajero del tiempo, este “eternauta”, en su fascinante narración no había hecho otra cosa que sumergirme en una gran metáfora que recién ahora soy capaz de comprender. Héctor Germán Oesterheld, desaparecido como tantos por la dictadura, había construido con esa candorosa historia de ciencia ficción porteña casi una profecía de los años venideros: unos monstruos que arrasan la ciudad para dominarla son sin temor al dislate una proyección de la realidad argentina de entonces y “El Eternauta” un claro ejemplo de que lo que más importaba en aquellos tiempos era la vida.

A veces, en noches como estas en las que recupero la fe en las batallas cotidianas, siento que la resistencia es posible y que la lectura el mejor campo para la lucha. Mi oficio, que consiste en observar la realidad y contarla, me redime de la penosa tarea de intentar entender a quienes dicen que la literatura no tiene nada que ver con la vida…

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Democracia directa versus democracia representativa

Los estudiantes de la Escuela Centenario se hicieron escuchar


Democracia directa versus democracia representativa
(en un solo acto)
(Por Pablo Felizia)



El miércoles 8 de septiembre más de doscientos estudiantes de la escuela Centenario cortaron la calle Rivadavia. Paula, una estudiante de 5to año dijo: “estamos haciendo la sentada porque quieren hacer la puesta en valor del edificio de la escuela y tendrían que desarmar varias aulas. Solamente quedaría la primaria en este edificio y a la secundaria la quieren sacar de acá”. La propuesta era reubicar a los estudiantes de la secundaria en distintos anexos hasta que se les construya un nuevo edificio. La estudiante agregó: “Lo que queremos es quedarnos en la escuela, que se hagan aulas sobre calle Malvinas; y si no, primero que nos garanticen la construcción del edificio nuevo y segundo que mientras esté la construcción nosotros nos quedemos en la escuela. No nos vamos a ningún anexo.”



Jerónimo Brassel, Vicepresidente del Centro de Estudiantes de la escuela Centenario le dijo a Río Bravo: “Llegamos a esta sentada ya que no encontramos una respuesta que nos ponga conformes. Ayer hubo una asamblea donde acordamos quedarnos acá y no movernos. No nos vamos a ir y contamos con el apoyo de los padres. Nosotros le reclamamos al Estado, al gobierno provincial, que no nos queremos ir de la escuela.”

Alrededor de las 11 de la mañana el Director Departamental de Escuelas, Roque Caviglia, se hizo presente y tomó la palabra ante los estudiantes que reclamaban. Les dijo: “Ustedes de esta escuela no se van hasta tanto y en cuando no acuerden con lo que les proponemos y este es mi compromiso.”
Posteriormente los estudiantes cantaron “no nos vamos nada, que nos echen a patadas”. Ahí mismo tomaron la palabra varios estudiantes que manifestaron diversas opiniones sobre por qué no confiar en lo que había dicho el funcionario. Leyeron un acta firmada por Caviglia, la Directora de la escuela, representantes de AGMER, de padres y del alumnado. La misma declara que
no se tomará ninguna decisión respecto del traslado de la escuela ni otras medidas hasta que se cuente con el acuerdo de toda la comunidad educativa, y agrega el compromiso del Director Departamental de Escuelas de asistir personalmente junto a la Presidenta del Consejo General de Educación y el Señor Ministro de Gobierno a una reunión a celebrarse al día siguiente con representantes de la comunidad educativa de la escuela.

Caviglia le dijo a Río Bravo: “La propuesta era reunirnos a partir de mañana a tomar decisiones juntos. Esta escuela, mientras se esté haciendo el nuevo edificio, se va a refuncionarizar pero no la vamos a desgranar en 4 o 5 lugares. Acá se necesita una solución integral: poner este edificio nuevamente en valor y conseguirle un nuevo edificio para la escuela secundaria.” Sin embargo, mientras el funcionario daba la entrevista una estudiante tomó el megáfono y aclaró: “mañana vamos a seguir con todo esto”, haciendo referencia a la medida de protesta. Inmediatamente, Caviglia se acercó diciendo: “¡no, no, no!” dando comienzo al intercambio que reproducimos a continuación en forma textual y que no tiene desperdicio:



CAVIGLIA: no, no, no. Entonces hacemos la reunión hoy, no, no, no.
ESTUDIANTES: Esta es la única forma de reclamar que tenemos, esto no se negocia. ¡El señor Caviglia quiere que nos vayamos de la calle!
CAVIGLIA: Chicos: nosotros hoy tenemos un compromiso. Esto no se hace hasta que tengamos una reunión, hasta mañana o sea. Nosotros lo que necesitamos, y no creo que se lo esté pidiendo yo solo, sino que se lo van a pedir todos, es que mañana tengamos actividades normales
ESTUDIANTES: ¡noooooo…!
CAVIGLIA: Perdón, perdón: a ver si nos escuchamos, por favor, escuchen.
ESTUDIANTES: ¡queremos calefacción y aire acondicionado!
CAVIGLIA: me dirigí con todo respeto porque creo que ustedes se lo merecen y yo también porque yo estoy trabajando para tratar de hacer todo lo mejor posible para que ustedes estén en las mejores condiciones. En ningún momento vine a presionar para que ustedes se fueran de acá, para nada. Si no que me lo desmientan los docentes y los directivos de la escuela. Pero si hoy empezamos a negociar y empezamos a trabajar, volvemos a cero por el pedido de ustedes. Tenemos que volver las cosas a la normalidad. Es una realidad. La semana pasada estuvimos trabajando en la parte eléctrica del sótano. Van a seguir trabajando desde infraestructura para que ustedes puedan estar, pero hay una cosa que es precisa: hoy volvemos a cero por el pedido de ustedes. Si no volvemos a cero y mañana estamos igual es como que no volvimos a cero. Es una realidad, una cosa respetuosa. Mañana trabajen adentro de la escuela.
ESTUDIANTES: (eufónicos) ¡Noooooooooooooo!
CAVIGLIA: mañana…
ESTUDIANTES: (cantando) “No se va, no se va, la gente no se va”
CAVIGLIA: Es una decisión de ustedes. Nosotros nos estamos presentando hoy para que no se vayan de la escuela, pero la tenemos que trabajar juntos. A ver chicos: nosotros no podemos trabajar la escuela en la calle, trabajemos adentro.
ESTUDIANTES: Pero no tenemos aulas, los techos se caen… nosotros hicimos que hable el señor mediante la lucha en la calle. ¿Por qué viene recién ahora?
CAVIGLIA: Porque ahora se les está proponiendo un arreglo y que en tanto y en cuanto…
ESTUDIANTES: ¿Cuándo van a venir los albañiles a trabajar?
CAVIGLIA: Bueno, quizás mañana cuando vengan…
ESTUDIANTES: (todos juntos) ¡"Quizás" no!
CAVIGLIA: Bueno: mañana arrancan los albañiles.
ESTUDIANTES: (Alaridos de victoria y aplausos. Gritos. Bombos sonando)
CAVIGLIA: Chicos: este edificio, como el Nacional, se los digo por experiencia, hay que hacerlo entero y por eso son los planes de refuncionalización…
UNA ESTUDIANTE DE ATRÁS: (gritando) Me tiene re podrida con la refuncionalización.
CAVIGLIA: Hablamos con la Rectora para poder reparar este edificio.
ESTUDIANTES: ¿Dónde querés que tengamos clases si no tenemos aulas? Señor: no tenemos un lugar donde quedarnos para tener clases porque no tenemos espacio.
CAVIGLIA: Para trabajar adentro del edificio hay que refuncionalizar y es una tarea que lleva tiempo y espacio.
ESTUDIANTES: ¿A dónde vamos a ir a parar?
CAVIGLIA: Por eso la refuncionalización.
LA ESTUDIANTE DE ATRÁS: La tiene con eso de la refuncionalización.
ESTUDIANTES: Hay aulas que no tienen ni piso (cantando y con saltos) “¡Tomatela, tomatela!” (Ritmo de bombos. Una estudiantes toma el megáfono) Nosotros mañana no tenemos que estar adentro, tenemos que estar acá. (hace referencia la calle Rivadavia)
CAVIGLIA: No, no, no. Chicos: esperen. No era mi intención tomarmela y yo sé que a lo mejor han sufrido engaños pero yo desde que estoy, puedo decir que trabajo.
ESTUDIANTES: ¡nooooooooooooo!
CAVIGLIA: Yo trabajo, te puedo asegurar. Escúchenme una cosa.
ESTUDIANTES: (Bombos y petardos. Un chicle volador color verde, tal vez de menta, roza el hombro del funcionario) ¡Nosotros tuvimos que estar en la calle para que usted venga a hablar con nosotros!
CAVIGLIA: No, yo vine ayer y vine toda la semana pasada. A ver...
ESTUDIANTES: Hace años que tenemos estos problemas.
CAVIGLIA: Hace dos años hicimos el Nacional con los estudiantes adentro.
ESTUDIANTES: El primer día de clases se suspendieron por que había llovido y se inundó todo. (gritos)
CAVIGLIA: Pero a ver, gente, esta bien, pero yo vengo tratando de hacer las conexiones. Chicos...
ESTUDIANTES: ¿Pero por qué viene ahora si este problema es de hace tiempo?
CAVIGLIA: Yo te voy a explicar, a ver gente… gente…
ESTUDIANTES: (gritos simulando alaridos)
CAVIGLIA: A ver si escuchan algo: nadie les va a decir que ustedes están en las mejores condiciones pero hay que mejorarlas y lo tenemos que hacer y para eso estoy yo. Estoy tratando de hacer lo mejor. Escúchenme por favor, chicos. Esto es cuestión de tiempo. A ver… la escuela no se arregla de un día para otro. Desde diciembre del año pasado estoy haciendo las gestiones para que salgan los proyectos que ahora salieron. Fíjense algo: yo soy el único que esta poniendo la cara porque yo quiero mejorar esto, ¡yo trabajo!
ESTUDIANTES: Usted pone la cara por que la tiene que poner.
CAVIGLIA: No, hay mucha gente pero yo trabajo, yo estoy... ¡Yo estoy acá! (a una joven de abajo). Si vos supieras lo que yo laburo, la familia que tengo y todo, para que vos me digas eso, no… espero que solamente pienses lo que me dijiste y que me pidas disculpas.
ESTUDIANTES: (Con megáfono. Una estudiante toma la palabra): si nosotros no hubiéramos hecho esta protesta nadie nos hubiera dicho nada, no hubiera venido nadie, y nadie hubiera dado la cara. Todo eso es por que estamos haciendo quilombo (gritos y aplausos. Bombos).
CAVIGLIA: ¡Yo laburo, yo laburo!
ESTUDIANTES: (Petardo. Otra estudiante toma el megáfono) Lamentablemente hay que hacer así las cosas para que te den bolilla. (otro estudiante a los gritos) Si arreglar la escuela es su trabajo, por qué no vino cuando se cayó el techo. Por qué tuvo que esperar que pase eso. Usted vino cuando se dio cuenta de que se cayó el techo. En este país se hacen las cosas después de que pasan. (otra estudiante a los gritos) ¡Hay que prevenir, no curar!
CAVIGLIA: No, perdón. A ver chicos, chicos, chicos, chicos (en forma repetitiva). Escúchenme una cosa. Es solamente una aclaratoria: yo sé que no me van a entender. Yo me dedico a la parte educativa y estoy acá trabajando lo otro también. Otra parte que lleva otros tiempos diferentes en la educación y yo con la Rectora estuvimos acá armando la planificación para la restauración y no se puede en un día, ni dos; lleva mucho tiempo. Yo solamente manejo dinero y fondos y grupos que están terminando el proyecto para que ingresen los albañiles. Fíjense que con nuestra gestión, desde hace muchos años, las pocas respuestas que han tenido se la hemos podido dar nosotros, y es el proyecto que se está terminando.
ESTUDIANTE: ¿Mañana vienen los albañiles?
CAVIGLIA: Mañana viene un grupo de albañiles a seguir trabajando en la instalación eléctrica del subsuelo. ¡Yo vengo a trabajar!
ESTUDIANTES: ¡No abandonemos la lucha! (gritos y cántico) ¡Tomatela, tomatela, tomatela! (bombos y más gritos. Otro canto) ¡No nos vamos nada, que nos saquen a patadas!

FIN

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miércoles, 8 de septiembre de 2010

La Comedia Catalana estrenará Sótano, de Josep Benet

Una Invitación que llega de Santa Fe

La Comedia Catalana estrenará Sótano, de Josep Benet


Este viernes a las 22, la Comedia Catalana estrenará Sótano, obra de suspenso de Josep Maria Benet i Jornet, cuya entrada tendrá un costo de 20 pesos para el púbico en general, y 15 para estudiantes y jubilados. La cita es en en La Abadía, Estanislao Zeballos 3074.

Una mujer que desaparece.
Dos desconocidos
Unas cervezas.
Y un encuentro que de casual, no tiene nada.


SOTANO.
Suspenso del más alto nivel de la mano de La Comedia Catalana.

SOTANO.
Porque nunca nada es lo que parece.

SOTANO…
hasta dónde te atreves a llegar

Sótano es una obra protagonizada por dos hombres, por sus conversaciones y por la falsa apariencia de las cosas. Escrita por el dramaturgo barcelonés Josep Maria Benet i Jornet -Premio Nacional de Literatura, autor de más de cuarenta piezas teatrales y guionista de televisión-, y dirigida por el actor, autor y director teatral Xavier Albertí, Sótano se representa en el CBA durante los meses de septiembre y octubre.

Actúan: Franco Pauloni – Daniel Quiñonez

Escenografía: Sergio Gullino

Diseño de planta de luces: Walter Alemandi

Asistente: María Laura Peña

Dirección: Desiderio Ángel Penza



Para consultas y reservas comunicarse al 4690507.

Las reservas se mantendrán hasta las 21:45 del día de la función.

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lunes, 6 de septiembre de 2010

Graiver, los Kirchner, Clarín y Papel Prensa

Continuidades y rupturas de una historia sangrienta


Graiver, los Kirchner, Clarín y Papel Prensa

Por Ignacio González Lowy


Y en un mismo lodo todos manoseaos…” Nunca tan justas las palabras de Discépolo. Mientras se pelean por arriba, para ver quién controla nuestro derecho humano a la información y la expresión, por abajo crecen la bronca y la indignación.

Figurita repetida. Los K eligen, de entre sus enemigos circunstanciales en las peleas intestinas del bloque de los sectores de poder real de la Argentina, el que más les sirve para restar unos puntitos en el ranking del descrédito popular en el que ellos solos se fueron encerrando. Ay, el grupo Clarín. El cuco. Actor indiscutiblemente nefasto de la historia política, económica, cultural y social de la nación. Clarín: Perón es un tirano, Videla un nuevo gobierno, la dictadura un proceso, Duhalde un político de raza y "la crisis causó dos nuevas muertes". Qué fácil es pegarte, Clarín.
Y qué fácil es ridiculizar a una oposición legislativa que desesperada, como si se hundiera el barco, corre a reunirse, acordar y expresarse inmediatamente, ante el avance (desprolijo, sin dudas) del gobierno contra Fibertel. Los mismos diputados y senadores que pueden vivir 115 años y morirse viejos, lúcidos y en una estancia de la pampa grande, sin decir ni media sílaba sobre los obreros perseguidos por sindicalizarse, los manoseados usuarios de los “servicios públicos” privatizados o las cotidianas violaciones a los derechos humanos que representan el hambre y la salud enferma, en la Argentina. Esos mismos legisladores, aúllan como lobo herido en el corazón para defender a una empresa multimillonaria perteneciente a un grupo multimedia oligopólico que, de Capital Nacional, sólo tiene la C y la N de Casi Nada.
Ay, Clarín: que tu estridente sonar suene clamando por la seguridad jurídica, cuando nada dijiste de la misma (o peor aún: dijiste loas y aplaudiste) en los tiempos en que la Constitución Nacional estuvo presa y la patria secuestrada; parece un libreto, de humor y del malo, escrito por quienes hoy te condenan.

Una historia sangrienta

Da bronca, a esta altura, tener que aclararlo; pero por las dudas va: absolutamente ninguno de los que sufrieron un solo minuto de torturas en mano de los genocidas, una sola afrenta por parte de la última dictadura que sufrimos los argentinos; ni uno solo de ellos “mereció” ese dolor. La tortura y el secuestro clandestino desde el propio Estado son un método que no se puede justificar con nadie, nunca. Que entre las víctimas de los Videla y los Massera (producto incluso de sus propias “internas”, que no fueron pocas ni suaves y gentiles), se hubieran colado a veces algunos malandras, algún agente de los “servicios”, algún asesino, diversos amigos de diversos imperialismos; no modifica un ápice el carácter de la dictadura. La misma fue, y será por siempre en nuestra memoria y nuestra condena, lo que fue: asesina, genocida, terrorista, corrupta y antipatria.
Aclarado esto, podemos entonces también aclarar: la historia de Papel Prensa está escrita con sangre, no desde 1976, sino desde su nacimiento. Mientras miles de jóvenes luchaban y daban hasta sus vidas (por las dudas: el Cordobazo no fue un debate en un café literario de calle Córdoba) contra las garras de las dictaduras de Onganía primero, Levingston y Lanusse después, el “grupo fundador” de Papel Prensa accede a su propiedad a través de acuerdos espurios con el gobierno de facto. Así lo señala el dictamen que emitió la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas el 29 de febrero de 1988, indicando que Lanusse había hecho abuso de autoridad y malversado caudales públicos al entregar la empresa Papel Prensa S.A. a César Civita, Alberto Doretti, Luis Rey, editorial Abril.
Tres años después, este grupo inicial era ahogado financieramente por el Ministro de Economía José Ber Gelbard, en 1973. Así, el “Dudi” Graiver, que había sido secretario del Ministro de Bienestar Social Francisco Manrique, en la dictadura de Lanusse, y que llegó a tener como secretaria privada a la propia hija del ex presidente de facto, y con indisimulable solución de continuidad se codeaba luego con Gelbard; se frotaba las manos preparando el negociado con el Estado que se cristalizaría en la compra de Papel Prensa en diciembre de ese año. Esa compra fue casi tan “legal”, “transparente” y “consensuada”, como la de Clarín, La Nación y La Razón a Graiver tres años después.
Que la presidente CFK no sólo se olvide de contar esto, sino que incluso elogie el desarrollismo, la visión de país, y las políticas económicas del presidente de facto Agustín Lanusse (aclarando luego que no lo elogia), es previsible. Lo que la presidenta no quiere contar es que en esta historia, la de Papel Prensa, no hay “buenos” y “malos” (como parece pintarlo) sino distintos grupos de aves de rapiña, respondiendo a distintos digitadores, desde Washington hasta Moscú, luchando por el botín. Y, en esta historia, por ejemplo, así como hubo banqueros y financistas como Graiver que terminaron como terminaron, hubo abogados reyes de las hipotecas, como Néstor Kirchner, que también terminaron como terminaron. No hubo dos demonios: frente a la dictadura hubo miles, decenas de miles de jóvenes y adultos argentinos, que defendieron con uñas y dientes, aún en las salas de torturas, sus banderas, sueños y proyectos de un país mejor, en el que ni las águilas de Massera y Camps ni los buitres de Videla y Viola pudieran saquear nuestras riquezas como finalmente lo hicieron. Que en las “internas” de los dictadores a algunos les tocara repetir y pedir postre (Clarín, La Nación) y a otros caer rápido en desgracia (La Opinión, del grupo Timerman); no salva ni a unos ni a otros de ser cómplices de esa historia que hoy les resulta tan barato clasificar de trágica y dolorosa.

Business are business

El “Dudi” Graiver, siniestro personaje, creció de la mano de Lanusse primero y de Gelbard después. Con este último promovió la fraudulenta, corrupta y delictuosa operación de compra, por parte del Estado Nacional, de la empresa de provisión de electricidad Ítalo. Esta operación, que fue desarticulada (como la de Aluar) por el gobierno de Isabel Martínez de Perón (lo que le costaría a Gelbard su puesto ministro), luego se concretaría de la mano de la Junta Militar en 1976. Graiver fue, también, operador financiero de Montoneros, mientras participaba de reuniones con José Alfredo Martínez de Hoz (en 1973), a cuyo socio y primo, Pedro Martínez Segovia, le dio la dirección de Papel Prensa entre fines de aquel año y principios de 1977. Además, hizo migas con el General Viola y con el General Videla, según declarara en enero de 1984 su ex socio Jacobo Timerman (que de esto sabía: fue el fundador del periódico La Opinión, diario al que, mientras existió, contando el de Onganía primero y el de Videla después, no le quedó Golpe de Estado por apoyar y promover). El secuestro de Juan y Jorge Born por parte de la organización Montoneros, en 1974, no sólo sirvió para darle letra a los golpistas que preparaban la peor de las dictaduras que nuestro pueblo sufrió en su historia; también reportó 60 millones de dólares por el rescate que, entre otros, administrarían “Dudi” Graiver y Mario Montoto (hoy representante en la Argentina de la fábrica de armas rusa Rosoboronexport, organizador de grandes negociados –que ni Clarín ni Página 12 jamás denunciarán- con la ministra Garré, y dueño, junto con el vaciador de empresas Taselli, de Materfer, la fábrica a la que Urribarri le compra los trenes).
Pero no es éste el origen del salto a la riqueza extrema de Daniel Graiver, sino su carácter de testaferro de sus verdaderos jefes: empresarios y jefes de gobiernos (esos que hoy ya no está de moda llamar imperialistas) de Moscú y diversas capitales europeas. Sólo así se puede entender cómo Gelbard (otro gran testaferro) pasó “de vendedor de corbatas en el norte a rey del aluminio en el sur”(*) y Graiver, en sólo cinco años, pasó de una pequeña inmobiliaria platense a “la cumbre del mundo financiero y empresarial, en el país y el extranjero: dos bancos en EEUU, uno en Bruselas y otro en Suiza.”(*) Citar la cantidad de empresas (de diversos ramos) de las que llegó a ser “dueño” o accionista haría demasiado extenso y tedioso este artículo.
Pero en enero de 1976, mientras manejaba millones de dólares en cotidianas operaciones comerciales (casi todas ellas turbias y fraudulentas) y se paseaba como empresario exitoso de Bruselas a Nueva York; se firmó el divorcio de Graiver y su primera mujer, y ésta recibió menos de 10.000 dólares. Si existiera una carrera universitaria para ser Testaferro, Yabrán habría sido aprendiz al lado de Graiver y de Gelbard, quienes allí habrían merecido un doctorado Honoris Causa.

Traidores

Tanto la oscura muerte de David Graiver como las torturas, los secuestros y las desapariciones vinculadas a la “venta” de Papel Prensa a los diarios Clarín, La Nación y La Razón (con el Estado Nacional como socio minoritario); son causa más que suficiente para objetar sin condiciones la propiedad actual de la empresa por parte del grupo Clarín como socio mayoritario. Que los Kirchner se hayan enterado recién hace un par de años del carácter antinacional del grupo mediático, al que hasta hace poco beneficiaban y apoyaban; es harina de otro costal.
Hace 34 años, Graiver cayó en desgracia cuando Papel Prensa quedó en la pinza de las internas entre la facción de Videla y Viola, y la camarilla de Massera, Camps y Etchecolatz. Del mismo modo, el grupo Clarín aparece hoy como el archienemigo de los K, cuando en el 2003 había ayudado a Néstor a ser presidente (de la mano de Duhalde, ¿se acuerdan?) y ese mismo año aplaudía el religioso y “responsable” pago de la deuda externa por parte del santacruceño. Éste, luego le pagaría a Magnetto por los servicios prestados con el decreto 527/2005 (prorrogando por 10 años sus licencias de radio y TV) y autorizando la fusión de Multicanal y Cablevisión, una semana antes de dejar la presidencia. En ambos casos, las decisiones implicaban multimillonarias ganancias para el grupo empresario que todavía no era, para Néstor y Cristina, ni cómplice de la dictadura, ni socio de los sojeros, ni monopolio, ni oligarquía. Hay que ver, dicho sea de paso, si el “investigar a fondo los negociados del Grupo Clarín” que promueven los K actualmente, incluirá los negociados con el gobierno de Néstor.
Entonces, así como los principales dirigentes de Montoneros, al organizar el “Operativo Dorrego” con Viola, y al “bancar” a Cargagno, jefe de la represión en el Cordobazo, y a Harguindeguy (que sería Ministro del Interior y jefe de la Policía Federal de Videla), traicionaban a los miles de militantes que se jugaron el pellejo por un país que soñaron más justo y soberano; así como la dictadura traicionó a los Graiver; así como lo hizo Kirchner con Menem (al que llamaba “el presidente que más ayudó a Santa Cruz”) y con Duhalde; así también Clarín los traiciona hoy a los Kirchner y los Kirchner lo traicionan a Clarín. “Y en un mismo lodo, todos manoseaos…”
Hoy, el gobierno favorece a Telecom (el amigo Werthein, agradecido) y Telefónica, al anular la licencia de Fibertel sin promover antes una política que evite que la enorme clientela del servidor de Internet del Grupo Clarín vaya a caer en las garras de esos otros dos grupos oligopólicos. ¿Cuánto tardarán en traicionarlo? Habrá que ver y apostar, cuando el gobierno de los K se venga a pique, cuánto demorarán en soltarle la mano sus hoy aliados de Europa… ((Dicho sea de paso: que alguien le avise a CFK que si sigue insistiendo tanto con eso de que “el poder real” lo tiene Clarín, ¡no van a poder contener a todos los que sigan a Alberto Fernández, Martín Redrado, Roberto Lavagna y Julio Cobos –sólo por ejemplo- en eso de pasarse de un salto al otro lado!))

La disputa de fondo

La disputa de fondo no es la que se da en las tapas de los diarios y en los discursos en cadena nacional, entre el gobierno y Clarín. Que el monopolio de los medios de “comunicación” lo tenga Clarín o que lo tengan los Kirchner, a los millones de trabajadores argentinos que a duras penas llegan a fin de mes no les modifica nada. No hay aquí una disputa entre lo público y lo privado, entre el Estado Nacional benefactor y los empresarios capitalistas depredadores. Al modelo de “comunicación” democrática y popular que plantean los Kirchner no hay que buscarlo en los discursos: ya existe en Santa Cruz.
Hay censura y ataques a la libertad de prensa cuando Magnetto “desaparece” de la agenda mediática a los referentes y a las organizaciones con cuyos intereses no coincide, así como cuando la viuda de Noble, desde el grupo Clarín (controlador actual de Papel Prensa), decide a qué diarios le vende papel y a cuáles otros obliga a pagarlo hasta un 30% más, a precio de importación. Pero también hay censura cuando, en Santa Cruz, el periodista que no sea “pingüino” no consigue, aprietes varios de por medio, ni un espacio semanal en una FM ni canjes publicitarios con la verdulería del barrio.
Dicho de otro modo: que Papel Prensa sirva a Clarín y a sus socios para sostener sus intereses (siempre antipopulares y antinacionales); o que Papel Prensa sirva a Néstor y Cristina para vender Página 12 a $0,25 y contarnos a todos, todo el tiempo, que la minera canadiense Barrick Gold es una PYME progresista, vanguardista y desarrollista; a las vidas de los maestros, los jubilados, los obreros metalúrgicos y los estudiantes argentinos… no les cambia absolutamente nada.
Estar atentos, informarnos más allá de lo que el gobierno y Clarín nos dicen, ayudar a desarrollar medios por fuera de ambas “garras”, difundir las voces que ambos grupos ocultan, fortalecer las comisiones internas y las posiciones combativas y autónomas de la patronal en los gremios de los trabajadores de prensa; son todas tareas que nos tocan, al conjunto de los argentinos, que sí tienen que ver con la disputa de fondo. Ahí está parte de la pelea, ya no “entre los de arriba”, sino entre el pueblo argentino y los que siempre le mintieron y le van a seguir mintiendo. No confiar en ellos es un buen primer paso. Porque, y eso sí que los argentinos lo sabemos, la traición es, entre muchas otras cosas, una enfermedad incurable.

(*) Todas las citas: El caso Graiver, Irene Capdevila, Ed. Agora.

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domingo, 5 de septiembre de 2010

Amigos: uno rebuzna, el otro desafina

Telecom y Clarín se pelean por mí


Amigos: uno rebuzna, el otro desafina

Daniel Tirso Fiorotto
Semanario La Ciudad, Villaguay


El martes me escribió Ernestina Herrera de Noble, el miércoles me llamó Julio Werthein. La pelea es por el servicio de Internet, pero dice mucho más, y vale conocer quién es quién para no ingresar con candidez en una batalla que no es la nuestra y pecar de paralogismos.

Ella me aseguró que su servicio de Fibertel (internet) funciona, anda bien, es legal y va a seguir a pesar de los embates del gobierno que promete cerrar Fibertel. Él me ofreció su servicio de Telecom que, dice, es mejor, legal, y reemplazará al de Ernestina.

La Noble me escribió una esquelita mediante una solicitada en los diarios, que son su fuerte. Werthein me hizo llamar por teléfono a Paraná por una de sus secretarias. Y lo que digo es la verdad: existió la solicitada la semana pasada, recibí el llamado un día después.

Como si fuera una tercera posición, el gobierno nacional del matrimonio Kirchner nos quiere dar cátedra sobre oligarcas, a los que supuestamente quiere combatir. Pero se enfrenta con sectores como el Proyecto Sur de Pino Solanas que le dicen que los arreglos de los Kirchner con petroleras, mineras, agroexportadoras, grandes terratenientes, pooles, pesqueras, banqueros, hipermercados, etc., son propios de la más rancia oligarquía nativa.

Y además dicen que el gobierno hace pagar más a los pobres que usan telefonía celular, en telefonía; y hace que, por sus arreglos con empresas concentradas, la garrafa valga 15 veces su precio de costo real, y precisamente los que más usan garrafa son los pobres.

Muchos sabemos más o menos quién es Clarín, con su fuerte presencia con el diario, revistas, canales de tevé, emisoras de radios, servicio de internet, fabricación de papel. Es un grupo concentrado de la Argentina.

El gobierno, que hasta hace poco negociaba con ese grupo y le extendía licencias en forma arbitraria, se peleó y lo atacó.

Ahora, si sacamos a Fibertel (Clarín) de en medio, ¿deberemos aceptar así como así cambiar un grupo poderoso por otro? ¿Qué significa la solicitada de Ernestina, y el llamado de Werthein?

Los del burrito

Veamos quiénes son los Werthein, pues, y constataremos que, con la Noble, forman parte de la oligarquía argentina. Son grupos poderosísimos disputándose los favores del gobierno. Y veremos que esa pelea no es del pueblo, no es una pelea por más soberanía, por más democracia, por mejores salarios, por reparto de riquezas, por dignidad: no, es una disputa entre ricos-ricos que a nosotros no nos debe hacer mella. Y en esta película, los K no son precisamente la víctima…

Si Ernestina hace rato que viene desafinando con su Clarín, incluso cuando era aliada de los K, los Werthein llegan rebuznando con sus tecitos Cachamai. Pero no son nuevos, nada de eso.

Veamos además de los tecitos, qué es lo que tienen los Werthein para ver si se trata de una pyme argentina reemplazando a un grupo concentrado, como pretenden hacernos creer: el grupo Werthein fundado hace medio siglo tiene un jefe mayor, Julio, de más de 90 años. Son dueños de Telecom, una de las empresas más poderosas y oligopólicas del servicio telefónico, y se quedaron con ese servicio gracias a que en los 90 fue privatizado. Dicen los expertos que los W tienen más de 150 mil hectáreas de campo. El gobierno es amigo de los Werthein (el trato entre Cristina y Julio es amistoso), pero acusa a De Angeli de “oligarca”. De Ángeli no tiene ni el 0,00000001 % del capital de los Werthein.

Amigos de todos

Los estudiosos dicen que los W fueron grandes beneficiarios de la dictadura, muy agradecidos a Martínez de Hoz, y beneficiarios de las privatizaciones en los 90, y de la estatización de la deuda externa. Son terratenientes con fábricas de frutas, textiles, bancos, fondos de inversión, negocios petroleros. Radican sus capitales en España, en Suiza. Son la llamada “patria sojera”, son la llamada “patria contratista”.

En un artículo publicado en 2008 por Lucho Aguilar, se despacha el periodista: “Julio presidió el Consejo de Relaciones con EE.UU, la Cámara de Comercio Argentino-Israelí y la Cámara de la Producción Argentino-China. Con el imperialismo yanqui, el lobby sionista o la burocracia restauracionista, sólo se trata de hacer ‘buenos negocios’. Los llaman ‘la nueva burguesía nacional’ pero no son ni nuevos ni nacionales. Hicieron negocios durante la dictadura. Participaron en las privatizaciones y los negociados de los ’90. Están acusados de lavado de dinero y estafar a los ahorristas con el corralito. Ganan millones de pesos por día, con el monopolio de las telecomunicaciones, la especulación financiera, el negocio de la soja y la agroindustria. En definitiva, ganan millones con el sudor de la clase obrera y las penurias populares”.

El listado de propiedades podría seguir. Los W son la oligarquía argentina. Amiga del gobierno que sea, en tanto resulten favorecidos. En este caso, de los K.

La Herrera de Noble desafinando con su Clarín mellado, los Werthein rebuznando con sus tecitos del burrito que fue famoso, dos caras de la misma moneda llamada oligarquía, que en la Argentina tiene una hija muy noble y empacada llamada plutocracia.

Hay un vicio argentino en el que solemos caer muchos: el paralogismo. Un razonamiento falso y cándido a la vez. Por ejemplo: “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”.

Fuera paralogismos: hay enemigos de mis enemigos que son también mis enemigos. Y nosotros no tenemos nada que ver con ellos, sus peleas (W-KK-Clarín) no son las nuestras. Y apenas escarbemos un poco, veremos incluso el parentesco de los fondos de inversión detrás de los grupos Clarín y Werthein. Es decir: la cosa es compleja, la pelea es entre potentados. Ellos no somos nosotros.

El kirchnermenemismo de los W

Julio Werthein, amigo del gobierno kirchnerista, presentaba así a su amigo Carlos Menem: “Explicarles quién es sería una irreverencia total. Es el estadista que nos llevó de la hiperinflación a la estabilidad; de las arcas vacías a tener US$ 35.000 millones en el Banco Central; de una economía cerrada a una apertura total. ¿Qué más puedo recordarles?” (La Nación, 3/2003, según apuntes de Lucho Aguilar, que anota: “Así presentaba, casi extasiado, Julio Werthein a Carlos Menem en un evento al que había invitado a Martínez de Hoz y otros empresarios, para apoyar la campaña del riojano”.

Y sigue: “Es que los W fueron de los primeros que se entusiasmaron con la revolución productiva. La clave fueron los negocios financieros. Los Werthein se quedaron con La Caja de Ahorro y Seguros, que les permitía recaudar y manejar millones de pesos. Se pudo comprobar, por ejemplo, la sociedad de ‘los W’ con Raúl Moneta y el Citicorp en la causa por lavado de dinero. Además, Exterbanca -el banco offshore de la familia- fue por donde pasó buena parte del dinero de los envíos ilegales de armas a Croacia y Ecuador”.

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Noche folklórica en el teatro

El miércoles a las 21

Noche folklórica en el teatro hacia
el XXV Encuentro Nacional de Mujeres


El miércoles 8 de septiembre, a las 21, el Teatro 3 de Febrero será escenario de una Noche Folklórica programada por la Comisión Organizadora del XXV Encuentro Nacional de Mujeres. La función contará con las actuaciones de reconocidas figuras del ámbito artístico regional como María Silva, Silvia Lanche y Argentino Rafael Oviedo, y la participación de los grupos musicales Estirpe Lejana y Tierra Nativa, entre otros. Los músicos serán acompañados por el ballet del espectáculo “Mientras la chata nos lleve”.


La velada tiene una doble finalidad: por un lado, dar a conocer a la sociedad paranaense la realización del XXV Encuentro Nacional de Mujeres, que tendrá lugar en nuestra ciudad los días 9, 10 y 11 de octubre de 2010; y por otro lado, recaudar fondos para la organización de dicho evento. Desde hace 25 años, los Encuentros convocan a miles de mujeres de todo el país, que se reúnen para lograr que las voces de todas sean escuchadas, a través de una modalidad horizontal, abierta, democrática y participativa. Desde ya invitamos a todas las mujeres de Paraná y Entre Ríos a participar del Encuentro en octubre.

La Noche Folklórica será una función abierta a todo público. Las entradas anticipadas tienen un costo de $10 para jubilados y desocupados y $20 para público en general. En puerta la entrada costará $25. Las anticipadas ya están disponibles para la venta en la boletería el Teatro (25 de Junio 60). “¡Esperamos que todos nos acompañen el 8 de septiembre!” dicen desde la Comisión Organizadora.

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