CdU - Contaminación e inundación
Arroyo El Gato y la deuda interna
Por Santiago García
Mientras avanzan iniciativas turísticas inútiles y carísimas para el patrimonio de la ciudad, hay barrios que tienen carencias increíbles. En esta oportunidad, la situación en el Barrio Cantera 25 y su arroyo contaminado siempre dispuesto a crecer.
Aquellos que vivieron los tiempos de esplendor en Concepción del Uruguay, no dejan de asombrarse con el abandono que evidencia la ciudad. Caminar por los bulevares implica pelearse contra una legión de ratas que allí se congregan por la presencia de basura que se amontona y cada tanto se recoge. Otro aspecto deplorable es el estado de las calles de la ciudad, que parecen fotografías de Bagdad después de los bombarderos de las fuerzas norteamericanas. Sin embargo, todo esto no es lo más grave de la situación. Los barrios más carenciados de la ciudad, esos que son objeto del doble discurso de los gobiernos nacional, provincial y municipal, sufren la falta de todo lo necesario y el exceso de todo lo peligroso. Río Bravo estuvo relevando la situación en el Barrio Cantera 25, uno de los sectores humildes más antiguos de la ciudad.
Memorias de la inundación
”Mejor que ni vengan los políticos”, se enojaba un vecino en la terrible inundación del verano pasado. En aquella oportunidad, Cantera estuvo bajo el agua hasta una cuadra del Bulevar Irigoyen. En la zona del tránsito pesado, algunas casas quedaron con más de un metro y medio de agua podrida metida adentro. Familias enteras lo perdieron todo. Mientras tanto, uno de los días en los que el agua llegó más alto, Urribarri, Lauritto y todos los funcionarios locales presentaban en el Auditorio Municipal el Mega Proyecto Turístico para entregarles el patrimonio municipal a los empresarios que se beneficiaron con la década menemista. Por supuesto que por Cantera no pasaron a saludar. Debe ser difícil de explicar que haya plata para un Puente a una Isla, pero no para construir una Defensa Norte que impida futuras inundaciones. “Sale mucha plata”, dijo Lauritto, el mismo vicegobernador que consiguió 100 millones para una obra innecesaria y destructiva.
“Ya está casi hecha”
Una grave denuncia que se desprende de la charla con vecinos y ambientalistas, proviene de la posibilidad de que la Defensa Norte sea una obra de baja complejidad y más barata de lo que se dice. “Con poner una compuerta en el túnel del Ferrocarril, está hecho lo más grueso”, asegura Ramón, un vecino viejo. Según lo que nos pudo explicar, “ya está casi hecha”, porque la altura de ese puente hecho por los ingleses está por encima de la medida de las inundaciones más grandes. De ser cierto esto, la situación sería mucho más grave de lo que aparenta, porque encima de que no se destinan fondos para lo que corresponde, ni siquiera se conoce el nivel de complejidad de las obras necesarias para uno de los barrios más castigados. Definitivamente, la Defensa Norte es una prioridad muy por encima de cualquier proyecto turístico, y es una deuda imperdonable de los funcionarios de turno y de los que han pasado. En el Plan Estratégico Concepción del Uruguay (PECU) recientemente aprobado, una supuesta planificación tomada como excusa para incorporar los negociados de la Isla y el Megaproyecto, no se le dio el espacio que le corresponde. Una vergüenza.
Peces muertos y basura
El panorama actual del Arroyo El Gato es preocupante. La presencia de peces muertos que pudo constatar Río Bravo, y que se evidencian en las imágenes, se suman a la basura que se acumula en cantidades industriales en su curso. Al igual que sucede con el Riachuelo en Buenos Aires, no hay planes para su saneamiento. Esto es muy grave, teniendo en cuenta que esa agua corre hacia el corazón del barrio, y pudre todo ante cada crecida. Obviamente, sin contar las enfermedades latentes, que son lo más grave del asunto. Definitivamente, una situación que preocupa y mucho a la Asamblea Ambiental de Concepción del Uruguay, que se ha convertido en uno de los grupos que más incomoda al gobierno municipal con sus denuncias. Lamentablemente, en el Centro Cívico se hacen oídos sordos a cualquier reclamo.
De espaldas al pueblo
Este panorama que expresa la nota es simplemente el detalle de un barrio de la ciudad. Se pueden nombrar la contaminación por los basurales y mini basurales que provocan enfermedades en los vecinos más humildes, agua podrida, ausencia o defectos en las cloacas, carencia de servicios, de gas natural, y sigue la lista. Los vecinos del Barrio San Vicente, cansados de vivir en una cloaca a cielo abierto, tuvieron que cortar las calles de toda la ciudad y marchar en canoa hasta el municipio para conseguir una obra que los uruguayenses hemos pagado más de una vez. ¿Tendrán que hacer lo mismo los de Cantera para ser escuchados? Bronca no les falta, y como se encarga de demostrar la historia, el único camino para conseguir cosas parece seguir siendo la lucha.
Vivimos tiempos de “neomenemismo” en Concepción del Uruguay. Muchos kirchneristas vergonzantes que apoyan a las gestiones nacional, provincial y municipal, pero no se atreven a gritarlo a los cuatro vientos, hacen malabares para no quedar pegados a tanta injusticia. Pero el elegante discurso progresista no tiene mucho efecto en los barrios. Allí la gente es mucho más frontal, y conoce en carne propia lo que es la necesidad. Sería bueno que de una vez por todas comprendan en los cafetines del centro que el pueblo no come palabras. Claro que es mucho más fácil la crítica desde el atril, y no ensucia tanto como la caminata por las calles. Afortunadamente, la mentira cae como la fruta madura por su propio peso. Y ya van varios kilos.
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