25.000 mujeres debatirán en Paraná
Un fenómeno único en el planeta se repetirá por 25° vez en la Argentina, y el epicentro será Paraná
(Tirso Fiorotto)
El fin de semana del 9 al 11 de octubre se desarrollará el XXV Encuentro Nacional de Mujeres en Paraná. Se espera la asistencia de más de 25.000 mujeres de todo el país. La Comisión Organizadora viene trabajando mucho para garantizar que estén dadas todas las condiciones.
Las activistas, las intelectuales, las amorosas, las sencillitas, las gritonas, las que salen así nomás, las que se echan el ropero encima cada vez que pisan la vereda: estarán todas.
Las dulces, las agridulces, las que se aplican rouge tricapa, las caralavadas, bellas todas.
Rubias de sangre o de peluquería, morochas argentinas de labios gruesos, no faltará ninguna.
Las graduadas en la Facultad, las graduadas en el hogar, las obreras, las patronas. ¿Llegarán prostitutas? Claro que sí. ¿Monjas? ¡Obvio!
Poetas, pensadoras, obreras; con más o menos humor, con más o menos espíritu de lucha, cada cual con sus historias personales, sociales, diversas. Y por una vez sin el hombre poniendo en marcha sus máquinas de caratulaciones, ironías, planes acabados, no: el hombre no está invitado al banquete. No hay lugar aquí para la bajada de línea masculina.
Genias, sumisas, emprendedoras, mezquinas, reinas, esclavas… Entonces, ¿de qué hablarán 25 .000 mujeres juntas en Paraná? Y claro, esa es la pregunta obvia masculina, porque la adecuada para esta circunstancia quizá sea otra pregunta (arriesgamos): ¿de qué no hablarán? Es más fácil así. Porque de entrada sus temas no tendrán límites. ¿Qué te interesa? Hablemos de eso, parecen responder en las convocatorias. El Encuentro será sin prejuicios, sin mandatos, sin tabúes, y no diremos a calzón quitado… pero sí.
Se animan a todo
Con antecesoras como Juana Azurduy, Melchora Cuenca, Micaela Bastidas, Micaela Guyunusa, y tantas que forjaron la historia americana desde el anonimato impuesto por historiadores que las ubicaron en un segundo plano, está demás decir que estas mujeres de hoy que asistirán al Encuentro se animarán, también, a todo.
No faltará el que imagine los temas según los cánones de la televisión argentina: el consumo de toallitas, la compra masiva de jabones y quitamanchas, la forma de entrar y salir de un shopping… ah, y los padecimientos tan femeninos como… el tránsito lento.
Que por qué son todas medio botineras, y si no, se bailan todo en el caño y se agarran de las mechas por ellos y viajan sentadas semidesnudas en el capó del 0Km… La televisión las pinta así.
Bueno, basta: nada más alejado del Encuentro Nacional de Mujeres que tendrá lugar los días 9, 10 y 11 de octubre en Paraná.
O digámoslo de otro modo: nada más cerca. Porque precisamente, mujeres hartas del destrato, el maltrato, el abuso. Hartas del hombre al volante, del hombre acelerando, frenando, abriendo o cerrando puertas. Hartas de la consideración tan naturalizada de la mujer como un objeto, hartas del sometimiento, se darán una panzada de verdades y dudas y sinceramientos en este octubre. Tres días, y serán pocos.
O no hartas sino ávidas, algunas, de un diálogo fecundo con sus pares. Ávidas de otras estructuras sociales y económicas que les permitan crearse expectativas, antes que frustraciones.
Unas hondamente interesadas en escuchar, en dar una mano. Decididas, otras, a quitarse de una vez el yugo pero en compañía de quienes las comprendan.
¿Cuántos derechos conquistaron en los últimos cien años? Es verdad, pero ¿cuántos padecimientos, cuántas frustraciones se ocultan detrás de una pátina de familia bien constituida? ¿Cuánto de lo que se ve es cierto, y cuánto por “el qué dirán”, tan naturalizado?
Directo al corazón
Lejos de los hombres, sin ellos a la vista, muchas mujeres se animan a hablar. El Encuentro saca afuera lo mejor y lo peor, y habrá que reconocer que la otra mitad del planeta no suele quedar precisamente bien parada, en las conclusiones. No es para menos.
Pero los hombres, el trato con los hombres, es un tema más entre tantos: la escuela, el sexo, el trabajo, los derechos, los conflictos mundiales, la deuda externa.
La reunión tiene alegría, buen ánimo, lo cuentan las que participaron quizá de una decena de encuentros, de los 24 que ya realizaron en otras tantas provincias (porque eso tiene también, de federal).
En ese ambiente cálido que logran crear salen a la luz también verdaderos horrores, casos de sometimiento bestial del sexo femenino. “Ninguna mujer sale del Encuentro igual que cuando entró”, nos dice Jesuana Aizcorbe, una de las organizadoras. Ella, bioingeniera, está metida de lleno en los detalles para que todo marche sobre rieles, y afirma que su experiencia en casi una decena de Encuentros le cambió la vida: “Hay mujeres que cuando aparecen los hombres no hablan ni de política, ni de jardinería”. La autoestima por el piso, que se dice.
Lo que muchas creen que es un problema individual, localizado dentro de las cuatro paredes de una casa, se termina reconociendo en los Encuentros como una experiencia de varias, cuando no un problema generalizado. Y en algunos casos lo que una mujer sufría como un castigo para ella sola, resulta una ley que padecían casi todas.
Un caso muy actual, señala Jesuana: la mujer que deja el hogar para trabajar afuera, y a la vuelta debe seguir con las tareas como antes, de modo que enfrenta una sobrecarga imposible, una exigencia que la tiene al borde del estrés.
En el Encuentro, cara a cara, las mujeres desnudan el alma, se enteran, se escucha, tratan de comprenderse. Se miman, se aconsejan, se pelean.
Quien suponga que en la maternidad, el amor filial, la bulimia y la anorexia, el embarazo adolescente, la educación sexual, el lesbianismo, el aula, se agotan los temas del encuentro, no habrá entendido las consignas.
Si esos temas son trascendentes, veamos otros, quizá menos esperados, sobre los cuales habrá conclusiones medulosas: trabajo en negro, desocupación, acceso a la tierra, vivienda digna, luchas gremiales. Desarrollo agropecuario, fábricas recuperadas, cooperativismo. Organización barrial, mujer y política. Derechos humanos, universidad, ciencia; mujer y religión.
¿Qué más? Crisis internacional actual, pueblos originarios, migraciones. Arte, actividad física, medios de comunicación, ambiente sano, reservas de agua dulce… temas para hacer dulce, cada uno con sus mil derivaciones, en 200 y tantos talleres. Motivo de discordia.
Noelia Vetach es otra de las organizadoras del Encuentro de Paraná. Ella subraya la participación de muchas chicas jóvenes y pone el acento en la apertura a todas las mujeres sin excepción, y en la libertad para que se expresen sin condicionamientos y participen de los talleres que más les gusten.
En esos talleres se redactan, al final, las conclusiones y en muchas ocasiones quedan registradas posiciones diversas, señala Noelia. No es práctica en el Encuentro la votación, por ejemplo, porque no quieren hacer del debate una cuestión de números, de cantidad, de competencia.
Apunta que los temas del último encuentro en Tucumán fueron 55, en 200 talleres, y en Paraná aún no están definidos pero serán parecidos.
“Nuestro lema es que el Encuentro es de todas, el Encuentro somos todas, y nosotros vamos a defender ese lema. Incluso la comisión organizadora no toma posición antes del Encuentro, recién en la apertura que será el sábado 9 de octubre leeremos un documento, pero todo el mundo tiene que poder expresarse”, dice Noelia.
Entonces apunta que de los 200 talleres existen algunos que ya se anuncian como conflictivos, como el caso del que aborda la legislación sobre el aborto, los derechos de la mujer.
Los que han seguido más o menos los encuentros saben que muchas mujeres marchan por las calles con sus consignas, y allí se da un clásico: al pasar por un templo gritan sus reclamos contra la curia. Son momentos tensos del encuentro, y siempre hay feligreses que forman barreras a manera de defensa de sus creencias.
Todos los sectores saben que el aborto es un tema, quizá el tema, pero no coinciden en el modo de encararlo.
Vida y muerte, nada quedará afuera
“No hay sólo dos posiciones, aborto sí / aborto no, el tema es muy complejo; y algunas entran en la falsa dicotomía entre los que están a favor de la vida y los que están por la muerte. Muchas entienden que el aborto es una situación extrema no querida, y una discusión se da también sobre la prostitución”, señala Jesuana.
Para ciertos sectores, la prostituta es una trabajadora como cualquiera en otro oficio; otros sostienen que en otras circunstancias sociales, educativas, en otro marco y con oportunidades de trabajo, la mayoría de las prostitutas abandonarían ese oficio harto riesgoso.
Con 24 Encuentros, muchas de las participantes asisten ya provistas de conceptos, fundamentos teóricos muy desarrollados. Algunas pueden no estar dispuestas a debatir asuntos que consideran ya superados. Otras, en cambio, de participación más reciente, pueden interesarse en las explicaciones más rudimentarias.
Se dan desigualdades de toda índole, pero las organizadoras entienden que la vigencia del Encuentro durante 24 ediciones está garantizada, precisamente, por esas cualidades: la libertad, la heterogeneidad.
“El Encuentro no debe expulsar a las mujeres que piensan de una forma o de otra, el éxito del encuentro consiste en que las mujeres vuelvan al próximo, porque sienten que pueden conversar, que se escuchan las distintas posiciones, que el estudio y el diálogo nos sirven a todas”, afirma Noelia.
Tres botones de muestra
Tres temas de los tratados en Tucumán en 2009, y que con pequeños cambios se repetirán en Paraná, pueden mostrar la diversidad de asuntos que involucra cada uno de los puntos. En algunos casos se forman hasta diez talleres sobre un solo punto, por la multitudinaria participación femenina.
Tema 38: mujeres, cárcel y sistema penitenciario: mujeres detenidas, procesadas y condenadas. Delitos por los cuales las mujeres son mayormente procesadas / condenadas. Cuestiones de género. Tratos discriminatorios con respecto a los varones presos. Maternidad en y desde la cárcel. Consecuencias para madres, hijas/os. Contención y abandono de la familia. Adolescentes en conflicto con la ley. Visitas, maltratos. Organización de las familias. Situación de las mujeres en relación con familiares presas / presos. Medicación de las mujeres presas. Adicciones. Violencia y Abuso de poder en la cárcel. Violencia hacia las mujeres. Violencia entre mujeres presas. Situación de las mujeres inmigrantes y pobres. Educación, capacitación y trabajo: reinserción laboral y social. Oportunidad de desarrollo creativo y cultural. Salud, salud mental y salud sexual y reproductiva. Formas de garantizar los derechos humanos de las detenidas, procesadas y condenadas. Legislación vigente y reformas necesarias. Rol de la Justicia.
Tema 39: Mujeres adultas mayores: posibilidades de reinserción laboral y social. Nuevo rol: madre -abuela. Sexualidad. El cuerpo y los modelos estéticos. Climaterio y menopausia. Acceso a la educación y a la tecnología. Marginación. Situación del PAMI y otras obras sociales: prestaciones, coberturas. Nuevas políticas previsionales. Recreación, calidad de vida. Control del estado en la habilitación y supervisión de los geriátricos estatales o privados. Violencia física, psíquica, maltrato familiar, abusos económicos, despojo de propiedades. Edad jubilatoria. Monto y movilidad de las jubilaciones y pensiones. Canasta familiar. Experiencias de Organización y Lucha. Redes de articulación.
Tema 40: Mujeres adolescencia y juventud: perspectivas de las mujeres adolescentes y jóvenes en la crisis social actual. Identidad. Estereotipos y medios de comunicación. Autoestima y aceptación del propio cuerpo. Bulimia y anorexia. Relaciones familiares. Derechos sexuales y reproductivos. Educación sexual. Acceso, conocimiento y decisión de los métodos anticonceptivos. Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Abortos clandestinos. Abortos no punibles. Despenalización y legalización. Embarazo adolescente. Maternidad temprana. Noviazgos violentos. Violencia sexual. Trata de mujeres y niñas. Acceso y permanencia en la escuela. Leyes educativas. Posibilidades y condiciones laborales. Espacios de recreación. Alcoholismo, drogadicción y otras adicciones. Persecución policial. Espacios de participación y protagonismo. Experiencias de organización y movimientos juveniles.
La carta entrerriana, ovacionada
Estos son fragmentos de la carta de las entrerrianas que convenció a las mujeres de todo el país reunidas en Tucumán en 2009, para que en 2010 la sede fuera Paraná.
Al final de cada Encuentro Nacional de Mujeres, las participantes proponen el lugar de la siguiente reunión, exponen sus fundamentos, y las concurrentes eligen por ovación.
La carta de las entrerrianas desnuda aspectos de la realidad provincial que, reunidos, muestran una fisonomía preocupante muchas veces ausente en los medios masivos.
Dice la carta, textual, en algunos de sus párrafos.
Compañeras: hoy, desde Tucumán, desde la cuna de nuestra independencia, desde este exitoso 24° Encuentro que hemos hecho posible miles de mujeres, con enormes esfuerzos para llegar hasta acá, hasta este momento; hoy queremos invitarlas a tomarnos unos mates y encontrarnos el año que viene en Entre Ríos.
Venimos de una tierra con agua, suelo y clima para todos, pero con una estructura económica que expulsa a sus hijos... Entre Ríos no es de los entrerrianos sino de Cargill, Monsanto, Swift, Tres Arroyos los pooles de siembra, los grupos concentrados, los propietarios de afuera. La soja ocupa hoy el 68% del área cultivada en la provincia, desplazando a las economías regionales y expulsando a los más pobres del campo. Esto con la complicidad de un gobierno provincial que se arrodilla frente a la billetera de los Kirchner…
Somos la quinta provincia en materia de femicidios. Durante el 2008, 14 entrerrianas fueron asesinadas, y 7 en lo que va de 2009. La mayoría de estos crímenes siguen impunes. Mujeres como Ramona Mariela Miño mueren todos los días por abortos clandestinos; quienes sobreviven muchas veces quedan mutiladas. Según las últimas cifras oficiales, durante el primer cuatrimestre de 2007, ingresaron a los hospitales de la provincia 482 mujeres por complicaciones a causa de abortos clandestinos; 103 de ellas era menores de 20 años.
Mujeres como Rita Cerrudo y LG de Hasenkamp son llevadas a situaciones como las que vivió Romina Tejerina y tantas otras en todo el país.
Muchas son violadas, abusadas, sometidas diariamente a violencia física, psicológica y económica. La mayoría de estos episodios son silenciados, o pasan a engrosar la lista de las denuncias que la policía no quiere tomar, transformando a las víctimas de la violencia sexual y de género en las responsables de su situación.
Hace cinco años que Fernanda Aguirre fue secuestrada en la ciudad de San Benito, sin que todavía se sepa qué pasó con ella, a pesar de la lucha de su familia y del apoyo de todo el pueblo que la rodeó de solidaridad, enfrentando el silencio y la impunidad.
La ruta 14, la ruta del Mercosur, que atraviesa nuestra provincia, es tristemente conocida como la ruta de la trata, y Entre Ríos es considerada zona de “ablande” de las cientos de hermanas misioneras, chaqueñas, correntinas, santafecinas, paraguayas, que son sometidas a la esclavitud sexual. No hay ningún procesado por este tipo de delitos, a pesar de que se hayan recuperado 37 mujeres en este último año. El gobierno, muchos políticos y funcionarios policiales son cómplices… En nuestro territorio hay habilitadas 101 whiskerías, donde mujeres como Marta Rodríguez encuentran en la muerte la única salida.
En la carta hubo referencias a las trabajadores en situación de servidumbre, a las lucha de las maestras y profesoras, y de las trabajadoras de los frigoríficos; a la lucha de las mujeres de Gualeguaychú contra la instalación de las pasteras.
Señalaron la resistencia de mujeres charrúas de Maciá al desalojo de sus tierras, los esfuerzos en la resistencia contra el avance de multinacionales.
Y al final, invitaron a Paraná “para celebrar juntas el bicentenario de la Revolución de Mayo, para levantar las banderas del federalismo” y pusieron el acento en la imagen de Micaela Guyunusa, como símbolo de la explotación y de la unidad sudamericana, nacida en las orillas del río Uruguay y secuestrada para exhibirla en una jaula, en París.
Leída la carta, una ovación eligió a Paraná. El esfuerzo de las organizadoras ha resultado ciclópeo, pero el resultado ya está por verse: falta sólo un mes para inaugurar el Encuentro XXV.
Cuánto trabajar, cuándo tejer
Al momento de las conclusiones, todo un capítulo. Porque la necesidad de hacer prevalecer una idea sobre otra, o la de deslegitimar la del adversario, parece muy propia del ser humano.
Con posiciones fundadas a veces en la razón, a veces en las creencias, a veces en la experiencia, a veces en la confluencia de las distintas formas del conocimiento, son muchas las que se preparan para esta reunión muy argentina y piensan que, como sea, los Encuentros son enriquecedores. ¿Qué mujer es más esclava, la oriental que debe vestirse hasta la cabeza, ocultada, o la occidental que se desnuda para vender un objeto?
Una mujer que en sus momentos de ocio toma las agujas y teje, ¿está gozando de su tiempo libre o está reproduciendo modelos de sometimiento? ¿O ni lo uno ni lo otro? ¿Elige, o ya una cultura eligió por ella?
Las preguntas no tienen sólo una respuesta. Si el hombre suele golpear y hasta matar a la mujer y eso se repite aquí y allá, ¿seguiremos hablando de crimen pasional, o corresponde decir femicidio? ¿No tiene aquella expresión un dejo de justificación?
Publicado originalmente en: http://www.unoentrerios.com.ar/contenidos/2010/09/12/25.000-mujeres-debatir%C3%A1n-en-Paran%C3%A1-0005.html
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