“Pocas veces los protagonistas de la historia están presentes y tenerlos hoy aquí es maravilloso”, dijo la Licenciada en Psicología Rosana Borini, a cargo del panel Desmalvinización: Efectos Psicosociales en sus Combatientes. La actividad, se desarrolló el viernes 5 en el salón del Complejo Juan Domingo Perón y se realizó como Extensión de la Cátedra de Psicología Social del Profesor Hugo García, y con la colaboración de la agrupación La Nueva Corriente del Centro de Estudiantes de la Licenciatura en Psicología de la UADER.
La iniciativa tuvo su origen en la presentación de la tesis de grado de la Lic. Borini. La mesa fue compartida por tres combatientes de Malvinas: Héctor Edgardo Rosset, Luis Almeida y José Alberto Cabrera. Estuvieron presentes numerosos combatientes, familiares de los mismos, docentes y estudiantes de la carrera de Psicología y de Historia de la UADER, profesionales y público en general.
Borini abrió el panel planteando que tanto el silencio al que se sometió a lo veteranos de guerra, como la sentencia de que la guerra terminó para siempre, la culpa y el sólo hecho de pertenecer a las fuerzas como estigmatización; fueron parte del proceso de desmalvinización iniciado en la dictadura y continuado durante los gobiernos democráticos. La desmalvinización, que tuvo la complicidad de diversos medios de “comunicación”, junto a la falta de atención psicológica adecuada, llevó al suicidio a más de 400 combatientes.
Luego de la apertura, se mostró un video donde los combatientes dan cuenta de lo que significó la guerra para sus vidas y la necesidad de ser reconocidos como héroes de la patria. Al finalizar, tomaron la palabra y expusieron los distintos avatares que tuvieron que pasar durante estos años, como así también los hechos de heroísmo protagonizados durante el conflicto bélico. Sus palabras abrieron un rico y fraternal intercambio entre los presentes, donde se destacaron las opiniones de los jóvenes, reconociendo la emoción de estar junto a héroes de Malvinas.
Rosana Borini, respondiendo a una pregunta del público, dijo que de esta manera se pone en discusión cuál es el papel de los profesionales: “podría poner un consultorio, darles a los combatientes mi tarjeta y cobrarles $70 la consulta; pero para ser una profesional de cara a las necesidades de nuestro pueblo hay que inmiscuirse en la realidad que ellos y nosotros vivimos y aportar herramientas para que juntos encontremos una solución”, puntualizó, luego de manifestar su posicionamiento desde la corriente de psicología social de Enrique Pichon Rivière.
Si bien todas las intervenciones le dieron calidez del momento vivido, la de Antonela Reniero, estudiante de psicología e hija de combatiente, aportó con profundidad un sentimiento compartido. Dijo que “lo que le dejan a los hijos los veteranos de guerra es que son un ejemplo de vida y por eso llevamos la bandera de Malvinas a donde vamos, en la calle, en la universidad, a donde sea”.
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