martes, 15 de junio de 2010

No está muerto quien negocia

Detrás del “Peronismo Federal”

No está muerto quien negocia
Por Martín Tactagi


La reunión del peronismo federal volvió a juntar a los caudillos que vienen dirigiendo los cursos del país desde quince años unos y treinta otros. Se pelearon, se acusaron y volvieron a juntarse. Nada que una negociación no pueda arreglar. Río Bravo investigó quienes han sido los sectores empresariales que los acompañaron en estos últimos diez años para saber hacia dónde piensan llevar el curso del país si fueran gobierno en el 2011.
La reunión del peronismo federal realizada el 10 de junio del corriente, ha despertado toda clase de epítetos que van desde la descalificadora frase de Pino Solanas (“Dios los cría y el Diablo los junta”) hasta el fervoroso apoyo de los peronistas anti K. Es cierto que la reunión realizada en el despacho de Adolfo Rodríguez Saá, no sólo reúne una parte del pasado de la política Argentina sino también algo del presente y, probablemente, mucho del futuro. Por nombrar sólo algunos de los asistentes, mencionaremos a: Carlos Reutemann, Eduardo Duhalde, Mario Das Neves, Felipe Solá, De Narváez, Carlos Verna, Jorge Busti, Juan Carlos Romero, Ramón Puerta, Miguel Ángel Toma y, desde luego, Adolfo Rodríguez Saá.
Se podría decir que el arco opositor es bastante amplio, heterogéneo y federal. Sólo faltan dos nombres, hoy opositores, que quedarían bien plantados en la foto; Macri y Menem. El primero está negociando su ingreso al arco de opositores peronistas (pese a que Busti ya expresó su desacuerdo con la sumatoria del hombre PRO) y el segundo es el personaje político más denostado por los presentes en la reunión, aunque muchos fueron menemistas mientras el riojano fue una especie de semi dios argentino, e incluso la gran mayoría (Kirchner incluido) le deben cierto paternalismo político.
Ahora bien, lo que nos interesa de esta foto son los intereses que representan o supieron representar. Cuando se habla de elecciones, no sólo se habla de candidatos, también se habla de proyectos políticos económicos. Son los empresarios desde la sombra quienes pagan las campañas electorales para después percibir la retribución del Estado. Recordemos la anécdota de Reutemann cuando renunció a su candidatura presidencial en el 2003: “…cuando le pregunté a Duhalde quién ponía la plata, me contestó que me iba a enterar el día después de que asumiera. En esas condiciones no se puede ser presidente…” Así las cosas, un breve pantallazo de quiénes son los que están detrás del grupo en cuestión, tal vez nos ayude a saber para dónde iría el país si fueran ellos los ganadores del 2011.
El principal candidato por peso, historia y poder es Eduardo Duhalde. No sólo es quien puede ganar la madre de todas las batallas, o sea la provincia de Buenos Aires, sino que además es el padre del actual modelo económico. Fundador en el 2001 del “Movimiento Productivo Argentino”, donde se nuclearon sectores empresariales (como CAME y UIA), sectores del campo (FAA, SRA, CRA), partidos políticos y Raúl Alfonsín entre otros, se fue consolidando como el tejedor de una alianza política económica de peso. Desde entonces hasta aquí, la entidad viene desarrollando actividades y promoviendo los debates que deberían convertirse en políticas de la producción. Para esto, dicen desde su página Web, habría que retomar los ideales de la generación del ‘80 (Julio A. Roca) y construir un país sólido que inspire confianza a los inversionistas. Vinculado a este grupo están el ex ministro Lavagna, el ex gobernador de Bs. As. Ruckauf, Martín Redrado, Jorge Pedro Busti y Eduardo Buzzi, entre otros.
Busti fue el responsable del lanzamiento del Movimiento Productivo Argentino en Entre Ríos, el 15 de agosto del 2008, en el teatro 3 de febrero, en Paraná. En la oportunidad, Busti aclaró que la presentación del Movimiento no tenía intencionalidad política alguna, ya que no había elecciones a la vista. En plena lucha agropecuaria, lo que buscaban era no sólo diferenciarse de la política Kirchnerista - Urribarrista respecto al agro, sino establecer las bases de un edificio que hoy comienza a tomar forma en el tablero electoral. Busti no estaba mirando el 2009 como muchos pensaron sino el 2011.
El Movimiento también trazó lazos con la Asociación de Empresarios Argentinos que mantiene, desde el empresariado, una disputa fuerte con Kirchner. A diferencia de la UIA de Méndez, más vinculada al oficialismo, la AEA reúne a sectores cuya dependencia de las importaciones se ha visto perjudicada por las barreras impenetrables de Guillermo Moreno. En la pelea con el gobierno nacional, los empresarios se reunieron con el presidente de la corte suprema Lorenzetti, con el objetivo de obstaculizar la “ley de medios” impulsada por el oficialismo. Tras la reunión, Kirchner presionó al grupo tratando de aislar a su presidente Héctor Magneto, Ceo del diario Clarín y enemigo público de los Kirchner desde el 2005. La presión surtió efecto cuando los negocios que mantienen empresarios del grupo con el Estado comenzaron a tambalear. Así, el vicepresidente de la entidad, Luis Pagani, propietario de ARCOR y vicepresidente de AEA, estaría pensando en renunciar, mientras otras cinco empresas lo hicieron casi de forma inmediata: Cemento Loma Negra (ex Fortabat, hoy a cargo de un grupo brasileño de enorme peso, con contratos en la obra pública de Argentina), Gas Natural BAN, TBA (Concesionaria de trenes Metropolitanos), SANCOR (empresa láctea salvada de la quiebra por la intervención del gobierno en el 2007 con su vínculo con Venezuela) y PETROBRAS.
Pero pese a las deserciones, la entidad hoy representa a uno de los agrupamientos anti K de mayor peso económico en la Argentina. No obstante, los grupos económicos nunca se caracterizaron por comportarse como esposos fieles, sino por el contrario, el amor dura mientras la llama de los negocios esté viva. Esto explica la reciente reunión que Duhalde mantuvo con Carlos Pedro Blaquier (Ledesma), banqueros como Juan Bruchou (Citi), Guillermo Cerviño (Comafi), Gerardo Werthein (Telecom) y Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio); industriales como Héctor Méndez, Miguel Acevedo, Federico Nicholson, y el rabino Sergio Bergman. Como puede verse, entre los nombres cercanos al ex presidente Eduardo Duhalde están Héctor Méndez y Werthein, también cercanos al gobierno, de la misma manera que Gregorio Chodos (Cámara de la Construcción ) fuera miembro del Movimiento Productivo Argentino, hoy cerca del gobierno K (su hijo, Sergio Chodos, fue quien tuvo a su cargo el proceso de estatización K de los fondos del Anses). Todo hace pensar que frente a las elecciones, la mudanza de un bando hacia otro irá disminuyendo, ya que echada la suerte, cada grupo deberá apostar las fichas a su candidato.
Lo fundamental respecto a lo que rodea al grupo del Peronismo Federal está puesto en lo que expresó la devaluación del 2002: dólar alto, costos de producción bajos, y los deberes con los organismos internacionales bien hechos. En otras palabras, convertirse en gerentes eficaces de un sector de la economía agro exportadora que compita con precios bajos en el mercado mundial. Pocas diferencias con el gobierno actual, incluso mantendría mucho de los lazos establecidos por el gobierno. Si usted es peronista y en algún momento se ilusionó con medidas peronistas, quédese tranquilo que aquí no va a ocurrir nada de eso: las industrias privatizadas seguirán en manos privadas, el mercado del agro seguirá en manos privadas, la explotación agrícola seguirá el curso de concentración en pooles de siembra y la economía concentrada para administrar dichos negocios. Todos odian a Menem, ¿pero cuál es la diferencian que tienen con él?

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